jueves, 3 de enero de 2008

CARTA DE UN CICLISTA URBANO / LETTER FROM A CITY BIKER

En el día de ayer, un artículo del Periodico de Aragón convocó un ingente número de reproches, insultos y recriminaciones a los usuarios de la bicicleta como medio de transporte. Nuevamente, las cosas no son lo que parecen.

Querido coche-inómano:
Yo no manejo un automóvil. Circulo en bicicleta. Las diferencias entre ambos medios de locomoción no se reducen al número de ruedas o a la existencia o no de un motor de combustión interna. Son bastante más evidentes, aunque usted no parezca haberse dado cuenta.

En su país mueren cada año miles de personas en accidentes de tráfico. ¿Sería usted capaz de asegurar que el mismo número muere en accidentes en los que se encuentra involucrada una bicicleta? ¿Sería usted capaz de explicarme por qué se siguen construyendo carreteras, autopistas y autovías y desaparece el ferrocarril convencional que apenas supone medio centenar de muertes anuales?

En su país la velocidad media dentro de las ciudades se reduce a unos 6 km/h. ¿Sería usted capaz de explicarme porque se pone tan nervioso cuando una bicicleta que circula a unos 20 km/h transita delante de usted?

En su país, desde que se aplicó el carné por puntos, 3200 de sus correligionarios han perdido su permiso de conducir. ¿Me puede poner al corriente de por qué me exige que cumpla una normativa orientada exclusivamente a su modo de transporte cuando ustedes son incapaces de cumplirla? ¿No es usted consciente de que el modo de quebrantarla reduce la cantidad de riesgos a los que me enfrento?

Su país presenta serias deficiencias en cuanto a inversiones en investigación civil y educación. ¿Sería usted capaz de explicarme porque exige que yo pague un impuesto de circulación cuando usted no asume el ingente gasto en infraestructuras que supone un modelo de transporte basado exclusivamente en el vehículo que usted maneja? ¿Sería usted capaz de argumentar por qué, tan convencido cómo está de la necesidad de fiscalizar las bicicletas, no paga ya, y voluntariamente, un impuesto relativo al principio de que “quien contamina, paga”?

El día que usted responda a estas preguntas quizás lo encontremos andando a nuestro lado en su bicicleta. Nosotros estaremos encantados de incluirlo entre nuestros compañeros.

Yesterday, an article published by the Aragón Newspaper caused an important number of insults and recriminations at city bikers. Once again, things are not always what they seem.

Dear car-maniac:
I don’t drive a car. I ride a bike. The differences between both vehicles are not only the number of wheels they have or if the do, or not, an engine. They are quite evident although you seem not to figher them out.

In your country, thousand of people die every year in car crashes. Could you assure the same amount of people die in bike crashes? Could you explain to me why the government is still building roads and highways and allowing the train to vanish off the face of the earth, when only about fifty people die in railway accidents every year?

In your country, 6 kilometers per hour is the city average speed. Please, Are you able to explain why you get on your nerves when a bike rider at 20 kilometers per hour is moving ahead of you?

In your country, from the very first day the penalty point driving licence was aproved, 3,200 of your roadmates have seen revoked their ones. Could you tell me why do you want me to live according to a law written after the vehicle you drive when you can’t? Haven’t you ever thought if I broke it could be because that way I face much less risk?

Your country don’t spend money on civil investigation and education. Are you able to argue about why you want me to pay circulation taxes when you are not paying the huge amount of money roads and highways, because of this car based transport system you defend, mean to all of us? Why are you not paying a green tax?

When you found the answer to all the questions above maybe you start riding a bike. We’ll be happy of welcome you as a bikemate.

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